Febrero de 2018, Orlando, Fla. — Existen muchísimas razones por las que enfatizamos tanto en la detección temprana. Aquí en nuestro centro médico, trabajamos fuertemente para ofrecer servicios diagnósticos que ayuden a detectar las señales de posibles enfermedades que requieren atención en etapas tempranas.

El cáncer colorrectal (colon y recto) puede afectar tanto a hombres como a mujeres y es la segunda causa de muerte aquí en los Estados Unidos. ¡La buena noticia es que suele ser curable!

Este tipo de cáncer no siempre tiene señales de alerta tempranas pero es importante hacerse un chequeo con regularidad. Si ya sientes dolor abdominal, encuentras sangre en la excreta, estás padeciendo de forma inusual ya sea estreñimiento, diarrea, fatiga o pérdida de peso sin alguna explicación — este es el momento en que necesitas tener una conversación con tu médico de cabecera. Esto podría ser una señal de algún tumor que esté en crecimiento y sea más difícil de tratar.

Cuando células anormales crecen en las paredes del intestino grueso (también conocido como el colon) or el recto, es ahí donde comienza el cáncer colorrectal. Tu doctor puede examinarte el intestino para detectar pólipos. A pesar de ser inofensivos, los pólipos pueden convertirse en cáncer colorrectal si no son removidos a tiempo. Las adenomas y los pólipos hiperplásticos son algunos de los tipos más comunes.

La edad (de 50 años o más,) los pólipos o alguna enfermedad inflamatoria y un historial de pólipos cancerosos o precancerosos, en el colon, son algunos de los factores de riesgo que no tienes forma de controlar. Esa es exactamente la razón por la cuál todo el mundo debería realizarse una colonoscopía cada 10 años, una vez cumplen la edad de 50. Los factores de los que sí puedes tener mejor control son por ejemplo: no ejercitarse lo suficiente, fumar, abuso de consumo de alcohol, obesidad y mira esto:

ingerir muchas carnes rojas o procesadas, especialmente cuando estas son cocinadas a altas temperaturas.

La Sociedad Americana del Cáncer recomienda una dieta alta en frutas y vegetales, consumir menor cantidad de carnes rojas y procesadas, e incluir granos integrales en vez de refinados. Eso te ayudará a mantenerte en un peso saludable.

Entre los exámenes que tu médico primario podría recomendar para la detección de cáncer de colon están:

  • La colonoscopía
  • Enemas de bario
  • Sigmoidoscopía Flexible
  • Exámenes de sangre en la excreta
  • Pruebas de DNA (existen algunos servicios que permiten realizarlos desde la comodidad de tu casa.)

En aquellos casos en los que un tumor ha sido detectado el próximo paso es realizar una biopsia para determinar si en efecto es canceroso. Si lo fuese, tu doctor determinará en qué etapa se encuentra. Las etapas son las siguientes:

Etapa 0: El cáncer se encuentra en la parte más interna del colon o el recto.
Etapa I: La enfermedad ha crecido adentro de la capa del músculo del colon o el recto.
Etapa II: El cáncer ha crecido en o a través de la capa externa del colon o el recto.
Etapa III: Cuando se ha dispersado a uno o más ganglios linfáticos en el área.
Etapa IV: Cuando se ha dispersado a otras partes del cuerpo, tales como el hígado, los pulmones o los huesos.

Es importante saber que el cáncer colorrectal aún podría, en ocasiones ser curado aunque esté dispersado en los ganglios linfáticos (o etapa III.)
El tratamiento típicamente envolvería cirugía y quimioterapia.