Orlando, Fla. — Quizás te sorprenda escuchar a alguna persona diciendo que le añade turmeric a casi todos los alimentos que come o bebe. Es lo que los medios informativos llaman algo que está “trending,” o de lo que todos están hablando. Es precisamente por eso, por lo que podrías estar un poco reacio a tratarlo porque podría tratarse de otra de esas modas que todo el mundo cree y corres a buscarlo para lograr que ese milagro te ocurra a ti también.
Déjanos explicarte algunos datos investigativos para ayudarte a tomar una decisión educada sobre si debes o no tratarlo. Sin embargo, siempre debes consultar tu médico por posible interacción con otros medicamentos o tratamientos.
El turmeric tiene mucho potencial como suplemento para la salud, pero no existe suficiente evidencia investigativa aún que respalde la recomendación de tu médico. Tampoco es toda la maravilla curativa que le atribuyen por si solo. Para que funcione como se espera, este debe ser utilizado junto a otras especies y nutrientes.
También, una de las principales razones por las cuales tu médico aún no lo recomienda para todo tipo de dolencia es porque nuestros cuerpos no lo absorbe bien. Eso quiere decir que tendrías que consumir una cantidad exagerada de cúrcuma para lograr que sus ingredientes activos haga efecto en tu corriente sanguínea. Una forma de ayudar a tu cuerpo a absorber mejor el turmeric es mezclándolo con pimienta negra. Un compuesto llamado piperine en la pimienta, ayuda a que tu sistema digestivo descomponga el turmeric, logrando así que se absorba de forma más efectiva. Si tomas el turmeric con grasa o aceite podrías lograr el mismo efecto. Esto lo convierte en un conveniente ingrediente para aderezos de tus ensaladas.
En términos generales, el turmeric es considerado seguro, ya sea que lo consumas por vía oral o como ungüento aplicado directamente a la piel.
Algunos estudios han encontrado que aún en grandes dosis de hast 1,200 miligramos al día es inofensivo. Una dosis diaria es típicamente alrededor de 500 miligramos dos veces al día.
Por otro lado, qué debes vigilar
El turmeric podría tener efectos secundarios. Algunas personas que consumen altas dosis o lo utilizan como un suplemento a largo plazo podrían sufrir de náusea o diarrea.
Otro posible riesgo es contracciones de la vesícula. Esto podría ser un problema par algunas personas con piedra en la vesícula o alguna otra condición de la misma. Como hemos mencionado la cúrcuma podría interactuar con otras medicinas tales como el Azulfidine, que se utiliza para tratar colitis ulcerosa y artritis reumatoide.
La parte buena …
Los estudios sugieren que el turmeric actúa como agente anti-inflamatorio, antibacterial, anti-cancer y antioxidante. ¿Hasta ahí vamos bien, no? El compuesto de cúrcuma que este contiene tiene la mayor parte del crédito por estos beneficios.
Para el cáncer, por ejemplo, la cúrcuma activa las vías que causan que las células de cancerosas mueran prematuramente. Pero no solo eso, también bloquea las vías que permiten que estas células crezcan, se dividan o se multipliquen. El turmeric es de especial interés para los investigadores de cáncer porque puede combatir las células cancerosas sin hacer daño a las saludables.
Para la inflamación, los estudios han demostrado que la cúrcuma cambia las respuestas del sistema inmune y bloquea las enzimas que pueden causar la inflamación por artritis.
En algunas investigaciones, la cúrcuma alivió el dolor de artritis tan efectivamente como el ibuprofén. Otros estudios también sugieren que reduce los niveles de colesterol LDL (malo) y aumenta los niveles del colesterol HDL (bueno.)
También existe buena evidencia de que alivia la osteoartritis.
Esta especie, el turmeric, ha demostrado mejores resultados en algunas condiciones que en otras en algunos de estos estudios, pero como hemos dicho, con los hallazgos al presente parece ofrecernos un gran futuro.