ORLANDO, Fla. — Muchos de nuestros pacientes, para el momento en que vienen a nuestra clínica ya están en necesidad urgente de manejar un dolor crónico y otras molestias. Nosotros enfatizamos en la importancia de aprender a prevenir ciertas condiciones. Las vitaminas tienen distintas funciones en nuestros cuerpos, y aprovechamos este momento para discutir la importancia de adquirir suficiente vitamina D para evitar ciertas complicaciones que se le atribuyen a la falta de ésta.
Estudios han vinculado la deficiencia de vitamina D con un aumento en el riesgo de padecer cáncer y enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, artritis musculoesqueletal y el lupus. Algunos investigadores han encontrado, localizando los receptores de la vitamina D a través del genoma humano (DNA,) que la deficiencia de vitamina D es un factor que promueve el aumento de riesgo de desarrollar algunos de éstos desórdenes.
No solamente la vitamina D juega un papel crucial en la absorción del calcio, but puede eliminar o retrasar el desarrollo de osteosporosis, que puede ser un riesgo para las personas con artritis reumatoide. También protege a aquellos susceptibles al trastorno afectivo estacional, de sufrir depresión.
También, la falta de vitamina D tiene un rol en personas que sufren de dolor crónico causado por una variedad de condiciones. Los estudios indican que la deficiencia de vitamina D puede estar implicada en condiciones musculoesqueletales como la artritis reumatoide, la neuropatía, migrañas e inflamación.
¿Sabías que la vitamina D te puede ayudar a manejar el dolor crónico?
Es común para muchas personas que viven con dolor crónico el tener deficiencia de vitamina D. Muchos doctores lo incluyen en los chequeos rutinarios de sus pacientes y con frecuencia recomiendan suplementos de vitamina D como parte de su tratamiento. Obtener más vitamina D te puede ayudar a lograr un alivio parcial del dolor y mejorar el estado de ánimo.
Mil millones de personas en los Estados Unidos no reciben suficiente vitamina D
Se ha estimado que el 70 por ciento de los niños y adultos en los Estados Unidos sufren deficiencia de vitamina D. La causa de la deficiencia es una combinación de no tener suficiente exposición al sol y no consumir suficiente vitamina D en sus dietas.
Un simple examen de sangre puede determinar tu nivel de vitamina D
Puedes solicitar a tu médico de cabecera que te ordene el examen llamado 25-hydroxy vitamin D test. Este te indicará si sufres la deficiencia.
Otro factor importante de saber es si alguno de tus medicamentos está afectando la absorción de la vitamina D en tu cuerpo. Hydroxycholoroquine o Plaquenil, y los corticosteroides puodrían ser recetados para el tratamiento de la artritis reumatoide, están entre ellos. Si estás tomando algunos de éstos medicamentos, tu doctor puede ajustar tu dosis de vitamina D para corregir cualquier malabsorción.
15 minutos de exposición al sol pueden hacer una gran diferencia
Solo 15 minutos de exposición al sol puede proveerte 20,000 unidades de vitamina D. Sin embargo, esto es sin protección solar durante el verano. Debes tener precaución de no exponer tu piel al sol sin protección por largos periodos de tiempo porque puede causarte daños a la piel y aumentar tu riesgo de cáncer de piel.
Los niveles bajos de vitamina D también han sido asociados con las enfermedades del corazón. Algunos estudios han vinculado los niveles bajos de vitamina D con ataques cardiacos. La inflamación sistémica de la artritis reumatoide afecta los órganos internos e incrementa el riesgo de un ataque al corazón o derrame cerebral. El manejo de estos riesgos incluye la visita preventiva a un cardiólogo, comer una dieta balanceada, mantener un peso saludable y dejar de fumar. También podría incluir el adquirir suficiente vitamina D.
Como cualquier cosa que utilices en exceso podrías consumir demasiada vitamina D. Esto puede causarte toxicidad, que puede producir arritmia, piedras en los riñones, debilidad muscular y confusión. Tendrías que tomar niveles muy altos de vitamina D por un periodo de tiempo muy largo para que esta se vuelva tóxica.
Por eso, es sumamente importante que consultes tu médico y sea él/ella quien te recomiende cómo y cuánta vitamina D consumir, de así necesitarla.